LA AUTORREVOLUCIÓN MUSICAL DE ROSANA

 

Compuso su primera canción a los 8 años. Es la menor de 8 hermanos, se trataba de organizar su 8º disco de estudio y llegaba en el momento en que ya lleva 17 años (1+7, ya sabes) en el mundo de la música, desde que aquel Lunas rotas dejara a medio mundo con la boca abierta. Estaba claro que había llegado el momento mágico de hacer algo único, algo que a lo largo de sus meses de gira interminables por éste y aquel continente le venían pidiendo a ROSANA: un disco de estudio con la fuerza, la energía y la electricidad del directo. Siempre he creído que los 7 primeros discos de Rosana suenan sencillos, donde "menos es más" ha sido un leit motive; trabajos concebidos con mimo y mesura para disfrutar en momentos íntimos, relajados, cálidos. Música para terminar el día con la mejor de las sonrisas. Pero 8 LUNAS es un disco para despertar, acción en estado puro, frescura matinal casi cafetera, para viajar y dejarte llevar, un trabajo de vigencia 24 horas con la fuerza del directo, pero concentrada en un estudio de grabación. “Mis conciertos son encuentros con amigos, aunque la gente siempre me llevan ventaja: ellos me conocen a mi mejor que yo a ellos. Por eso salgo cada noche a un escenario como si se fuera a acabar el mundo”, recuerda.

 

Rosana revolucionó el mercado de la música española de finales de los 90. Con un primer disco donde apenas se le veía el rostro, su guitarra y un puñado de canciones íntimas, sus mensajes y melodías fueron tan directos a los sentidos que se comió, literalmente, el mercado. Aquel año 1996, Lunas rotas se convirtió en la entrada más fuerte de un artista nuevo en las listas de ventas en España, con El talismán como estandarte. A partir de ahí arrancó una carrera marcada por los 7 discos que ha editado, de los que ha vendido 10 millones de copias en los casi 30 países que han salido a la luz. Y lo que es más importante para ella, por los más de 1.000 conciertos ofrecidos en estos años por toda Europa, América y Asia. Si, el éxito global de Rosana, con mercados importantes para ella incluso como Japón, es casi tan desconocido como ella a pesar de todo. Así que sí, era hora de echar la vista atrás y volver a recorrer ese mismo camino que ha tardado 17 años en recorrer, pero con otro aire. Y, todavía mejor, acompañada de amigos. En este 8 LUNAS han prestado su voz a estos nuevos arreglos artistas del segundo mercado de Rosana (América Latina) de la contundencia de Rubén Blades o Andrés Cepeda, aunque también primeras espadas nacionales como Dani Martín o Fito y una bandera inglesa: Alex Hepburn una joven promesa de la música en Londres que dará mucho de qué hablar “No me imaginé mejor manera de abrir las puertas de mis canciones para que corriera el aire”, cuenta Rosana. “Sé que podría cantar con intérpretes muy amigos que me apasionan, de los que tengo toda su discografía, pero si no están es porque no tenía la canción para ellos. Si alguna de las colaboraciones de este disco no hubiera podido estar, tampoco estaría la canción que les acompaña. Ellos hicieron el tema entero y yo entré adaptándome, casi siempre arrancan ellos. No son duetos al uso, la unión es sólo una excusa. ¿Puedo decir que he sido una buena anfitriona no?”, admite entre risas.

 

Rosana ha sacado de la maleta en 8 LUNAS los clásicos de su carrera (algunos han sido singles muy conocidos, otros no pero han ganado importancia con los años) y ha sido capaz de quitarles el polvo envolviendo sus letras de melodías majestuosas, con aire y viento, dotándolas de una magnitud desconocida y un sonido eléctrico y directo. Como ella misma reconoce, “se trataba de darle la vuelta a las canciones sin romperlas, teniendo claro que aquella que no sintiera que no estuviera mejorando no la iba a grabar. Y las que se parecieran a las originales quedarían descartadas”. 8 LUNAS no es un disco de duetos más al uso. Quien conozca a Rosana mínimamente sabe que no es su estilo. Si ella suma un astro más a sus lunas, sus buenos motivos tendrá. Y estás a punto de descubrirlos por la propia boca de ROSANA